martes, 12 de enero de 2010

al infinito

hablar al infinito, cuando el no es el destinatario
es frustrante como poco. Te enfadas con el/la que finge ser infinito, pero más aún contigo.Por renunciar a tu orgullo una y otra vez,pensando que esta vez será distinta y que si no hay un eco,al menos habrá respuesta. Por gastar tiempo,por saber que te ibas a desilusionar y aun asi hacerlo.y repetirlo una y otra vez y otra vez siempre con el mismo resultado. y sabiendo todo esto,no poder evitar caer una y otra vez y lo peor...disfrutar del placer de regalar palabras,canciones con el fin de hacer feliz a alguien.Y esperar que sea tan apreciado como lo aprecias tú mismo.Es lo máximo que puedo dar...¿es suficiente?

Mi blog es el infinito que yo elegi, no tú.
Asi que devuélveme mi infinito y se finito.

cuando quiero que me quieran...¿Pido demasiado?

2 comentarios:

DANI dijo...

No hija, no. No te engañes y pide que te quieran más que a nada en el mundo ;)

Besos sinceros

eliú dijo...

dar y que te den... ser correspondido... disfrutar del placer de regalar palabras y demás... creo que pides lo justo...